Por fin el tiempo nos dio una pequeña tregua y pudimos realizar la excursión a Baides, pospuesta desde el mes de febrero. Nos hizo un día muy bueno, no hizo mucho calor pero al menos no nos llovió.
El museo del ferrocarril nos gustó mucho a todos, los niños se lo pasaron muy bien y pudieron subir y tocar las diferentes piezas ferroviarias.
Al terminar el paseo se encontraba un merendero a la orilla del río, un sitio con encanto donde pudimos almorzar y jugar un rato. Pasamos un día estupendo pero antes de darnos cuenta ya estábamos de vuelta.









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